4/26/2008

Mondragón y Hernani

Una vez más, el PP demuestra, con su asbtención vergonzosa en Mondragón, que odia más al PSOE que a ETA, y que los muertos que pone el PSOE en la lucha contra el terrorismo son, a ojos del criptofranquismo, de menos valor que los no socialistas. Desde hoy, señor Rajoy, ANV está en el ayuntamiento de Mondragón porque lo quiere el PP.

Una vez más, los sectores que desde la irracionalidad más plena usurpan el nombre y la herencia ética de la izquierda, demuestran que su mejor compañero de viaje, su aliado objetivo (que diría Lenin, lo saben ellos) es el PP, la derecha más lamentable. La reacción de Gaspar Llamazares apenas maquilla un poco la hedionda alianza entre pepechales y ezkernáufragos.

4/19/2008

"¡Viva Honduras!"

Vaya con el tal Zapatero. En lugar de poner a un bocazas cobardón que autoriza viajes en ataúdes con motor como el Yak-42 y se apunta a las guerras preventivas unilaterales de George Bush, va y pone a una mujer, catalana y embarazada al frente del ministerio ejecutivo de defensa.

Se entiende la furia de Federijo, manda huevos.

4/18/2008

Furia cavernaria

El Mundo, el sitio Web de comercio electrónico "Libertad (jejé) digital", la cadena de radio vaticana COPE y los sospechosos habituales han dado un ejemplo que ha dado la vuelta al mundo.

Gracias al Financial Times, a The Independent y a otros medios, el mundo sabe lo que aquí ya sabíamos: España cuenta con la ultraderecha legal más cavernaria, preconciliar, sexista y boba de la Europa común. Los comentarios de machismo de taberna que nos regaló El Mundo, las observaciones de patio escolar que Jiménez Losantos confunde con periodismo, la escatología del machismo femenino a ultranza que exhibe Cristina Schligting, han sido causa de escándalo. ¿Es posible que en el siglo XX quede gente así a la que se le premia con un salario por pensar y publicar tales imbecilidades? Pues sí. Aunque en descargo de los acusados debe decirse que es posible que no todo sea sexismo, sino que éste es sólo un pretexto para seguir tratando de reventar a un gobierno democráticamente electo... que finalmente es de lo que va el juego de la derecha siempre, Hitler, Franco, Pinochet o Federico...

4/11/2008

Chinos de segunda

Si usted es chino y anda luchando por la libertad de opinión, prensa y pensamiento, la democracia, el derecho a un juicio justo y todas esas cosas que movieron a los enciclopedistas e inauguraron la ilustración que hoy la ultraderecha pretende cancelar, usted está, en resumidas cuentas, jodido. No sólo porque probablemente no tiene trabajo, probablemente está en la cárcel y probablemente es objeto de torturas y maltratos continuados... sino porque al occidente de las hipocresías usted le tiene sin cuidado.

Ahora, que si usted es tibetano o al menos practicante de una religión rara como la Falun Gong, entonces sí que tendrá el apoyo de llorosas señoras que piden "Libertad para el Tibet" en marchas de todo el mundo, de valerosos tipos de dos metros y 120 kilos de peso que heroicamente le tratan de arrancar la antorcha olímpica a una niña preadolescente aterrorizada, de actores de Hollywood a los que el Dalai Lama ha declarado "reencarnación" de uno u otro santón budista y demás fauna de tierno corazón.

El Dalai Lama ha puesto en acción sus fuerzas, y ello era de esperarse, en vísperas de los Juegos Olímpicos. Hábil político, el actual Dalai Lama igual apoyó el tratado de integración de Tibet con China de 1951 que a las guerrillas budistas (paradójico sin duda) tibetanas financiadas por la CIA de 1956 a 1959, cuando su fin llevó al exilio del líder político y religioso, o finge apego a la democracia mientras llena el "congreso" tibetano en el exilio de la India de parientes suyos, cada uno con su respectivo sueldo pagado por la solicaridad con el Tibet. No se podía esperar menos de él, pues aspira a volver al palacio de Potala, aunque quizá ya no como el soberano absoluto dueño de vidas y haciendas que fue durante su adolescencia, y los juegos olímpicos de China son una gran oportunidad para publicitar su causa lanzando a los pacíficos monjes budistas a las calles.

Nadie, empero, pensó en Tibet (ni en los chinos oprimidos) cuando hace 12 largos años se le concedió a Beijing la sede de los Juegos Olímpicos con el aplauso de sus estrechos aliados y "socios más favorecidos" de Washington, acompañado en el sentimiento por la Europa muda toda.

El apoyo decidido de los Estados Unidos al Dalai Lama sirve así para silenciar la tragedia de millones y millones de chinos que han sido peones del poder desde siempre, y todavía, en especial los libertarios chinos, que sin publicista acaudalado en el extranjero, languidecen en las cárceles del Gran Socio Comercial de Nixon, la China a la que se le perdona su supuesto comunismo y a cuyos adversarios occidente apenas prestó algo de atención cuando los acontecimientos de la Plaza de Tiananmen, ya condenados a ser pasado aunque sus protagonistas sigan en manos del poder.

Al final, si el autoritarismo es amigo, Estados Unidos, y buena parte de occidente, lo saben perdonar como una leve debilidad. Si mañana China le devuelve el Tibet al Dalai Lama, eso sí, habrá bellos juegos olímpicos, mientras los adversarios languidecen en las cárceles. Ya lo hicieron en México en 1968, después de todo, donde ni Dalai Lama había.

4/07/2008

La derecha contra la derecha

Mantenida esa "disciplina" del votante de la que tanto se congratulaba el estratega Elorriaga frente a las divisiones que caracterizan a la izquierda en todo tiempo y lugar, es hoy la hora del enfrentamiento de la derecha contra la derecha. Los cañonazos más bajunos contra Zapatero (recordemos a la senadora asturiana Alicia Castro Masaveu acusando al presidente de gobierno de "traición a la patria", con lo que asombra que no esté en la cárcel) se enfilan ahora alos adversarios en el interior del partido.

No se trata únicamente de dirimir quién tuvo la culpa representando la coral "Yo no fui" iniciada por Mariano Rajoy. Se trata de presentar a un partido con fuertes tendencias ultraderechistas, con un legado directamente fascista y franquista, estrechamente aliado a una de las iglesias nacionales más acaudaladas del mundo, y dentro de esa iglesia compinchado con los sectores más cavernarios, reaccionarios y preconciliares, y reempaquetarlo como un partido "de centro", sin definir, por supuesto, qué es eso del "centro". Pero al mismo tiempo, ese partido cuenta con un grupo de la derecha reaganista, que bajo la máscara del liberalismo económico oculta con mayor o menor suerte su complicidad con dictaduras y torturadores, y basada en un anticomunismo ya trasnochado reedita las ideas pinochetistas si los que operan los fusiles son otros, y no se manchan las creaciones del diseño internacional.

El PP, que esperaba haber iniciado con Aznar un reich que durara mil años o que al menos empatara con Franco en 40 años de dominio indiscutido, busca reorganizarse con todo en contra. Su líder es un burócrata opaco, de pésima imagen pública y dos veces derrotado por un socialismo no demasiado feroz. Pero los opositores de su líder son propagandistas furibundos, desprovistos de toda ética y capaces de incitar incluso la violencia (habrá que preguntarle al inefable Jiménez Losantos dónde están los 300.000 ecuatorianos con que amenazó, y cuál de los ministros es de ETA, que él juró que de ganar Zapatero habría un ministro de esa organización). Periódicos que dicen una cosa hoy y mañana se desdicen, que se desuellan las manos aplaudiendo la "valiente" negociación de Aznar con ETA y luego juran que siempre se han opuesto a todas las negociaciones. Niños pijos que escriben más libros de los que han leído en su vida y valerosos combatientes que nunca se han roto una uña en la lid política. Y su mascarón de proa es una dama, la más probable presidenta del PP y candidata contra el PSOE en 2012, que cree que puede controlar a los amigos que la quieren controlar, un poco envanecida por un poco deamsiado jabón que le han dado últimamente.

Malos tiempos para la derecha, pero también malos tiempos para España. Porque cuando los radicales se enfrentan a los menos radicales, suelen ganar, sobre todo en las cercanías de las derechas que sospechan filocomunismo incluso en sus aliados, a menos que éstos sean los más entusiastas operativos de la barbarie.