11/01/2008

La fobia a la verdad

El ejercicio colectivo de defensa de la barbarie franquista (tanto la oficial gubernamental como la de la Falange) emprendido por una derecha española cada vez más radicalizada e irracional es un acto de revisionismo histórico al modo del siempre citado y poco leído Gran Hermano de George Orwell.

Desde los micrófonos de la COPE y desde los espacios que la derecha tiene abiertos en todos los medios (incluso TVE) se ha insistido en una serie de mentiras que se repiten continuamente como rezos culpables para cubrir de flores al Franco y a sus asesinos y torturadores.

Hacer lo mismo con el nazismo en Alemania es inimaginable. Si bien sería absurdo culpabilizar a los alemanes de hoy (salvo excepciones cada vez más escasas y de geriátrico) de la barbarie nazi, nadie se atrevería a decir que en realidad el nazismo no fue tan terrible, ni hablaría de una "época de extraordinaria placidez" ni mucho menos saldría a las calles a defender estatuas de Goebbels, Himmler, Heydrich, Rohm o Goering, que por otro lado desaparecieron a poco de finalizar la segunda guerra mundial, mientras que en España los generales asesinos y traidores siguen disfrutando de monumentos y todo un fasto simbólico que exalta 40 años de oscurantismo, odio, misoginia, miedo, tortura, fusilamientos, garrote vil y caprichos individuales en el poder patrimonialista.

En Japón, el general de las fuerzas aéreas Toshio Tamogami se vio de alguna manera inspirado al estilo en que aquí lo estarían César Vidal, Sánchez Dragó, Pío Moa y otros revisionistas neofranquistas, y escribió en una página Web un ensayo donde afirma que el accionar de Japón en China fue "legítimo", que Corea vivió gran prosperidad bajo el dominio japonés (sin mencionar a las "mujeres de confort", prostitutas esclavas, y la barbarie general de la ocupación), y Japón no atacó a Estados Unidos en Pearl Harbor, sino que se vio "obligado" a actuar por Roosevelt, el presidente estadounidense que estaba bajo el influjo (no podía ser de otro modo) de "los comunistas". El mundo al revés, pues, el mundo a contracorriente de lo que la historia ha descubierto y confirmado una y otra vez, del mismo modo en que los neonazis revisionistas intentan ahora contradecir lo que sus antecesores reconocieron y presumieron, como la barbarie y el holocausto de judíos y gitanos.

En otros países, donde el fascismo quedó cancelado como modo de organización por sus evidentes efectos deshumanizadores y autoritarios, mentir descarada e interesadamente no está bien visto. En Inglaterra y Austria, David Irving ha sido condenado repetidamente por afirmar que no existió el holocausto. En Japón, en este caso, el ministro de Defensa Yasukazu Hamada suspendió a Tamogami y ha anunciado que será despedido. El Primer Ministro Taro Aso también se ha manifestado contra el ensayo de Tamogami.

En España, manifestarse contra las mentiras de la jauría de la radio del arzobispado, las de la densa y amplia prensa neofascista, las de los pseudohistoriadores y las de los místicos del yoguismo falangista puede conllevar directamente ataques por parte de estos grupos cavernarios. El líder de Falange Española, Ricardo Sáenz de Ynestrillas, hace pocos días pedía un alzamiento militar contra el gobierno legítimo de España. Y salvo excepciones como las de cierto sector de la prensa, lo que campea es el silencio, incluso a nivel oficial y gubernamental. Ya pueden salir los fascistas a la calle con símbolos equivalentes a la esvástica y amenazando a la prensa, que el estado y los medios, en general, callan.

No se trata, nadie se equivoque, de pedir censura a ideas repelentes como la homofobia, la misoginis, el racismo y la defensa de la violencia que hace la derecha, por el contrario, España se honra como país democrático al permitir estas manifestaciones, pero más lo haría si hiciera a todos estos personajes legl, social, jurídica y económicamente responsables de sus palabras. Cuando la opinión se convierte en llamamiento a las armas, cuando se vuelve arma arrojadiza revestida de impunidad, cuando falsea los hechos de manera patente, hay responsabilidades.

Entristece y avergüenza que, a diferencia del Primer Ministro japonés Aso, los políticos españoles, incluso los de izquierda, se guarden demasiado de enfrentar a la derecha más carnicera. Pero mal harían los neofascistas en suponer que esto se debe a un cierto acuerdo silencioso, a un asentimiento avergonzado que revelara grandes corrientes de fascismo y neonazismo clandestinos en España. Se debe, y es fácil constatarlo en los rostros de quienes han callado durante tantos años con sus familiares enterrados en una cuneta, al miedo que sigue dominando a grandes sectores de la sociedad española. Un miedo que no le garantiza ningún futuro a los promotores del autoritarismo, el verticalismo, la antidemocracia y la barbarie física y moral, porque los que les temen son cada día menos. En Alemania y en los países ocupados por sus colegas nazis (esos a los que Franco les mandó apoyo militar, no lo olvidemos), el miedo desapareció porque hubo reparaciones y se mostró el verdadero rostro del nazismo.

Lo que deben hacer, por responsabilidad política e histórica los medios de comunicación no fascistas y el estado español es difundir ampliamente la verdad sobre los 39 años de oscuridad de España. La transición no se puede seguir convirtiendo en el espacio de la impunidad fascista, como lo ha sido. Debe ser la recuperación de España por los españoles de la calle, porque el conocimiento de lo ocurrido nos hará libres, y entre otras cosas, libres del miedo.

8/21/2008

La indecencia, la total indecencia

No lo puedo decir en el censurado blog de Rosa Díez, no lo puedo decir en los comentarios del diario digital de Jiménez Losantos, ni en su blog, ni en el de César Vidal. Es el Internet cuidadosamente vigilado del neofascismo, de la derecha vergonzante, de la indecencia.

Lo digo aquí: el espectáculo dado por la cadena oficial, sancionada y subvencionada por la iglesia vaticana, y por la despreciable hiena que ha mostrado ser Rosa Díez vulneran la más elemental decencia.

Las víctimas del desastre de Barajas, en todo caso responsabilidad de una empreas privada, no han sido siquiera identificadas, no digamos veladas y enterradas por sus seres queridos, y ya los buitres, especialistas en la utilización indecente de las víctimas de otras tragedias, habían caído sobre los calcinados cuerpos para responsabilizar, de una u otra forma, al gobierno socialista de lo ocurrido y de sus secuelas.

Es la indecencia, es la absoluta y total indecencia de quien no se detiene ante nada en su deseo infinito de violentar la voluntad popular saboteando golpistamente a un gobierno legítima y democráticamente electo solamente por ambición política, por odio visceral, por envidias y reconcomios propios de la peor bajeza, de los márgenes de lo humano, donde la psicopatía se expresa en la falta de respeto por el dolor de quienes se desprecia por no ser aliados políticos antes que deudos y seres humanos. Y falta de respeto al dolor solidario de todos los españoles de bien, ideologías aparte.

Lo único que queda como consuelo es que se trata de un puñado de enfermos, de un grupo ínfimo (apoyado por quienes quieren ganar sin arriesgar) que en su accionar cotidiano se condena al ostracismo creciente de una sociedad que quiere, y puede, resolver sus disputas políticas sin perder por ello las cualidades esenciales que nos hacen humanos.

¿No le queda ninguna decencia? le preguntó un abogado a Joseph McCarthy cuando su cacería de brujas llegaba al delirio paranoide. Allí terminó la cruzada de odio del senador. ¿Cuándo terminará la campaña de los McCarthys que plagan a España?

8/01/2008

Contra los ciudadanos y por el partido

El Partido "Popular" gijonés se ha convertido poco a poco en el referente de "la verdad detrás del partido", porque la desesperación de sus integrantes ante su impotencia electoral absoluta los ha llevado a ser honestos, o indiscretos, de modos asombrosos.

Cuando la ciudadanía gijonesa expresó su rechazo a la guerra de Aznar y llamó "asesinos" a los defensores de dicha guerra, el edil "popular" Juan Carlos Santos le reclamó a los concejales del PSOE y de IU: "La culpa de todo esto la tiene la puta democracia", idea que comparte ampliamente el sector criptofarnquista que no es despreciable en las filas del PP. Momentos después, otro concejal, Pedro Muñiz, a la derecha, se enzarzaba a gritos con uno de los manifestantes en la plaza mayor de la ciudad.



Se trataba del mismo Pedro Muñiz que un año después, en la manifestación del 13 de marzo de 2004 ante la sede del Partido "Popular" salió provocadoramente a pasearse frente a los manifestantes, tratando de originar un incidente.

Este personaje no sería más que un edil de un partido minoritario en un pequeño concejo del lejano norte español a no ser porque últimamente ocupa las primeras planas de no pocos diarios nacionales con declaraciones que al mismo tiempo pintan de cuerpo entero al declarante, a su partido a nivel local y al Partido "Popular" de Mariano el crispador y de Rajoy el crispadísimo.

Dijo Pedro Muñiz en una reunión de su partido: "La verdad es que estamos en un partido político y el fin primordial de un partido político, y hay que decirlo y dejarnos de demagogias, no es el bien de Gijón. Y por el bien de Gijón, ¿les vamos a dar las cosas para que lo hagan los socialistas? No. Como decía el difunto Pepe Coalla, el fin del partido es ganar y hay que ganar como sea".

"Ganar como sea es el lema de Jiménez Losantos, de Mariano Rajoy y de todos los "duros" del Partido "Popular". El "como sea" implica, por supuesto, la mentira el engaño, e, incluso, el sabotaje al gobierno. Así lo expresó el secretario general "popular" gijonés Luis Crego en la misma reunión: "... sin que se note, porque estamos haciendo política desde la oposición, poner la mayor cantidad de arena en los ejes para que al equipo de gobierno no le salgan las cosas bien, porque si al equipo de gobierno le salen las cosas bien, como si Zapatero logra el pleno empleo en dos años, nosotros no gobernamos".

Ésa es la ideología central que dominó, por supuesto, el accionar del Partido "Popular" durante los primeros cuatro años del gobierno de Zapatero, pero a nivel nacional. Más importa gobernar que el bien de España porque, y esto lo sabían bien desde Mariano Rajoy hasta los nuevos ideólogos de su entorno como Pío Moa, si Zapatero hubiera firmado la paz con ETA, el PP no gobernaría en mucho tiempo, a la espera únicamente de los errores del oponente, como los que pusieron al país en las manos de Aznar.

La infidencia de un exconcejal del PP expulsado del partido, Emilio Noval, ha permitido conocer las grabaciones (con amenaza de exhibir otras que obran en su poder) ante lo cual el PP gijonés ha declarado que denunciará, que fue objeto de espionaje y que "no descarta" que las grabaciones estén manipuladas. Basta escucharlas y conocer a los participantes para saber que no lo están, y bien lo saben desde la lideresa local y dos veces perdedora en las elecciones, Pilar Fernández Pardo hasta Mariano Rajoy, que ayer negó conocerlas.

La idea de una oposición leal, con la que se comparte el deseo de una sociedad mejor y de la que nos separan los medios y las formas, las ideas de cómo lograrlo, sigue sin arraigar en el Partido "Popular". España es considerada no como nación, como colectivo plural, como conjunto de individuos con rasgos comunes, y se aprecia sobre todo como posible rehén de una derechona que sueña con restablecer un autoritarismo donde se imponga la unanimidad por el amor o por la fuerza.

La democracia, no como sistema, sino como idea que privilegia a las mayorías y hasta su derecho a equivocarse, no ha arribado aún a una derechona que se resiste a soltar las corruptas ubres del franquismo y destetarse de sus tentaciones autoritarias. Aznar lo demostró, con su desprecio a la oposición, y Rajoy lo confirmó con su desprecio al gobierno. Cundo la democracia llegue al Partido "Popular", será un día felicísimo para todos los españoles que creen en la democracia. Si llega.


¿Nos conviene a nosotros políticamente que el balneario salga, que Muro sea una referencia nacional y que Gijón sea el culmen de la limpieza en toda Europa y nos den la escoba esta de platino. Pues, evidentemente, no".

"¿Nos conviene que salga el balneario?" | "Son éxitos para el Partido Socialista" | "Debemos poner la mayor cantidad de arena para que al equipo de gobierno no le salgan las cosas bien" MP3

6/27/2008

Recogiendo nueces

Hoy, de nuevo, ETA, por la vía de sus personeros políticos, mueve el árbol para que el PNV de Ibarretxe recoja las nueces, siguiendo la lamentable pero precisa metáfora de Xavier Arzalluz.

Ibarretxe logra al mismo tiempo aliarse con los terroristas del nacionalfascismo vasco para garantizar su permanencia política como lehendakari, en una acción electoral clarísima, y animar al nacionalfascismo español facilitando que se vuelva a acusar al PSOE de mantener la legalidad de los partidos que legalizó Aznar, y de no manipular a los tribunales para actuar antes contra esos partidos.

La combinación es aterradorar. ¿Es necesario todavía volver a argumentar la obviedad que significa el apoyo al gobierno legítimo de España y a Zapatero en medio de los ataques concertados de lo peor de dos mundos?

Tristes tiempos en que hay que defender lo obvio.

6/24/2008

La obligación de un gobierno

Mientras los dirigentes del Partido "Popular" sonríen porque la situación económica española no es tan buena como parecía, y se regodean cada vez que hay datos negativos, con ese ánimo mezquino que los caracteriza, el gobierno socialista realiza razonablemente bien su trabajo, un trabajo difícil pero un trabajo que no se puede hacer razonablemente de otro modo.

Un gobierno no puede promover el pánico entre su población, ni en situaciones de dificultades económicas ni en condiciones de crisis galopante, ni en situación de leve inseguridad ni en condiciones de guerra al borde de la derrota, ni en ningún otro escenario imaginable. El P"P" asegura que la "obligación" del gobierno, del PSOE y de José Luis Rodríguez Zapatero era decir desde el principio que el barco se había hundido, que España estaba por quedar detrás de Haití en indicadores económicos, que las chicas tendrían que ir todas a prostituirse a Rumania y los chicos deberían verse forzados a ir a trabajar en la industria de la construcción de Gambia, que esto era un desastre peor que el de la Alemania de la República de Weimar, el "corralito" argentino y el "error de diciembre" mexicano que provocó el "efecto tequila".

Ahora, si tal dijera el gobierno socialista, merecería el repudio más absoluto, aún si fuera cierto, que obviamente no lo es. Pero cualquiera sabe que una crisis económica, que depende no sólo de fenómenos objetivos sino de percepciones subjetivas, se profundizará ante la debilidad, incertidumbre o pánico del gobierno. Por el contrario, el manejo prudente de la situación por parte del gobierno ha conseguido que los grandes capitales que mandan en España no entren en situación de miedo, pese a los esfuerzos del P"P" por promover el desastre, que tanto les conviene. Decir lo que dice y hacer lo que hace es la única salida, y, lo más repugnante es que los señores del Partido "Popular" lo saben perfectamente.

Nada hay más temeroso que un millón de dólares, solía decir un amigo mío que tenía algunos. La obligación del gobierno es impedir que los millones de euros privados que mueven la economía sufran un irracional ataque de miedo que los paralice o lance fuera del país. La efectividad que ha tenido el enfoque gubernamental ante una situación económica internacional provocada por los grandes capitales especulativos se demuestra en que la bolsa no ha caído en picado, España aún no entra en recesión ni en "crecimiento negativo", y nada parece indicar que esta situación tenga tintes especialmente preocupantes en España respecto del resto de la Unión Europea ni que vaya a prolongarse más allá de los naturales ciclos económicos.

Zapatero está cumpliendo bien con su obligación como gobierno, lo sabe cualquiera, socialista o no. El P"P", por desgracia, cumple mal su función como oposición, porque una vez más, como durante los últimos cuatro años, su odio al PSOE y al gobierno, su pasión por dinamitar al adversario, no para mientes en el efecto que puede tener en la realidad de España, en los españoles, en el futuro. Su única misión de hacerse del poder a toda costa le impide hacer política bien hecha. Una oposición razonable y leal a los ciudadanos, por ejemplo, tendría a sus mejores técnicos proponiendo medidas para evitar la profundización de la crisis, exigiendo acciones concretas y, en todo caso, luego podría reclamarle al gobierno si no las aplica o humillarlo en la arena política si las aplica, pero sin sacrificar inocentes en el altar de su ambición. Acciones así, de oposición que ponga a los españoles por encima de los más bastardos intereses políticos están lamentablemente ausentes del panorama de los "populares", esa derecha española que se pierde entre sus odios internos y externos sin ofrecer nada útil, nada constructivo, nada que no sea agitación barata y propaganda de pocas luces.

6/20/2008

Rajoy: memorias de Pirro

Mariano Rajoy queda al frente del PP. Los sectores más ultras tanto en lo político como en lo económico se han quedado fuera de la directiva, en el berrinche jimenezlosantero, como mucho. Por otro lado, el sector medianamente civilizado que representa el alcalde de Madrid tampoco avanza pieza.

Entregar al PP en las garras de los copeperos (Pedro Jota, Cristina, Federico) empleando a Esperanza Aguirre como interpósita persona le habría consolidado al partido el apoyo mediático y electoral de al menos dos de las agrupaciones ultra que usan el nombre "falange" en su denominación, además de otros partidos de ultraderecha y sus votantes, de toda la fuerza de la AVT y de muchos que desean que el PP se defina como legítimo legatario del franquismo al grito "fuera máscaras". Muchos de los votantes y entusiastas de estas organizaciones preferirán sin duda invertir su voto en una minoría que consideran digna en su racismo y fascismo que desperdiciarlo en una derecha a la que conciben tibia y hasta entreguista con el separatismo y la laicidad.

Si, por otra parte, el PP hubiera sido asaltado por la derecha semicivilizada de Gallardón, que pretende inspirarse más en Churchill que en Hitler, habría recuperado a grandes cantidades de votantes que sienten que el PP ha ido más allá de lo decente en su desbocada ambición de poder. Incluso ciertos sectores de una autodenominada izquierda que se define ante todo por su odio al PSOE tendrían coartada para votar por el PP.

La permanencia de Rajoy no es ni lo uno ni lo otro, pero a ojos de ambos bandos parece, o se asume, como lo contrario. Los sectores ultras consideran que el rajoyismo (si tal existe) es una derecha débil, entreguista y poco masculina, mientras que los sectores suaves light no pueden olvidar fácilmente las "bonitas" experiencias de Rajoy manifestándose del brazo de la ultraderecha, sus delirantes acusaciones y su connivencia con personajes tan cuestionables como José Antonio Alcaraz.

Y es que nadie sabe qué piensa realmente Rajoy. ¿Es el hombre que sonreía cuando su jefe hablaba catalán en la intimidad o es el anticatalanista de armadura castellano-gallega? ¿Es el ministro que vio con buenos ojos el diálogo del aznarato con los etarras o es el furibundo antinegociaciones que pidió crucificar a Zapatero por hacer aquéllo a lo que lo había autorizado un congreso soberano? ¿Cuándo fue insincero y cuándo no Rajoy? Nadie lo sabe. Y cada día importa menos.

Al fin de este congreso de esperpénticos prefacios, el PP a duras penas puede aspirar, en el mejor de los escenarios, a repetir el número de votantes del pasado proceso electoral, insuficiente a todas luces para acceder a La Moncloa. La consolidación de Rajoy es la condena del PP (salvo que haya verdaderos terremotos políticos a corto plazo) a no avanzar en lo electoral, cosa que los adversarios de Rajoy dentro de su partido no es razonable que acepten sumisamente.

La guerra en el PP seguirá abierta, entonces. La unanimidad de estos días es, entonces, propaganda, y la victoria de Rajoy llama a la memoria inevitablemente a las batallas de Pirro de Épiro, que al vencer la batalla de Ásculo con un colosal número de bajas, exclamó: "¡Otra victoria como esta y estaré vencido!"

6/16/2008

Crisis, matrimonio y pánico

A falta de programa político convincente, la maquinaria propagandística del Partido "Popular" se ha convertido en una especie de censora lingüística encerrada en lo que se conoce como "debates semánticos", donde lo que se discute no son los hechos, sino las definiciones de las palabras.

Asegurar que la unión de dos homosexuales no debe considerarse "matrimonio" basándose en la definición vaticana de la palabra "matrimonio" (sin que el Vaticano sea, en modo alguno, experto reconocido en matrimonios ni vida en pareja, pues lo más a lo que se considera "pareja" en el mundo sacerdotal es al menor de edad del cual se está abusando en el momento) fue la punta de lanza de la ofensiva religiosa del PP. Ahora, por contrario, omiten las definiciones de los expertos en economía para llamar "crisis" a la situación económica española, por cierto que disociándola del resto de los países en las mismas condiciones por esto de la globalización. ¿Crisis en la economía alemana? No, claro que no. ¿Crisis en Francia? Ni de coña. Crisis en España, sólo, y por supuesto que por culpa del gobierno, es decir, del PSOE.

La afirmación de más de un portavoz del PP de que ellos le llaman "crisis" a lo que les da la gana, sin importar la definición "de manual" de los economistas (y porque evidentemente no han vivido nunca una verdadera crisis como la mexicana del "error de diciembre" de 1994 o la argentina del "corralito") implica que seguirán asustando a la ciudadanía con una palabra cuyos verdaderos alcances son aterradores para la población. Para un ciudadano común y corriente, "crisis" implica perder la casa, quedarse sin empleo, comer hierbas, poner a trabajar a los hijos sacándolos de la escuela, curarse con remedios caseros por falta de médico y reducirse a la situación, pongamos por ejemplo, de la Alemania de Weimar, donde la inflación galopante, la devaluación minuto a minuto y el derrumbe de la economía con un endeudamiento feroz representaron un nivel de desesperación tal que un demagogo sin escrúpulos muy admirado por Francisco Franco pudo subirse a la locomotora del estado alemán y poner en peligro al mundo entero regalándonos además alrededor de un centenar de millones de muertos.

Es evidente que cualquier ciudadano español se preocupa si le dicen, día sí y día también, que ése es su futuro. No importa que no lo sea, que la situación económica española no se ajuste a ninguna definición de crisis, ni crecimiento negativo, ni profundas perturbaciones en la economía, ni depresión económica, ni caída brutal de la producción. Pero eso es economía. En la realidad no hay expectativas de que el nivel y calidad de vida de los españoles se vean radicalmente alterados en los próximos meses o años. Caracterizar la situación como "crisis económica" es un despropósito que sólo tiene objetivos propagandísticos. Y electorales, claro.

Lo malo de los excesos retóricos a los que es tan afecto el Partido "Popular" es que destrozan la comprensión. Si el que España pase de crecer el 4% a crecer el 2.4% es una "crisis", ¿cómo le llamamos a lo que ocurre cuando en el Tercer Mundo la gente pasa de comer a morirse de hambre?

Seguramente en Génova 13 tampoco lo saben.

6/12/2008

Objeciones para consideración del juez

Antonio Martín González, magistrado del Juzgado Contencioso Administrativo de Huesca, emitió un auto en el que equipara la “preparación de un menú escolar diferente para los musulmanes” con la objeción a la asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, y ha permitido a tres niños no asistir "cautelarmente" a las clases.

Don Antonio, no haré mofa, aunque se presta, a su símil gastronómico, salvo para hacerle saber que la educación no es un menú ni un plato combinado, porque parece no haberse enterado, y no es lo mismo no comer jamón por asuntos religiosos que negarse a enseñarle a los niños su obligación de respetar los derechos humanos porque uno sea fascista. La diferencia no es trivial, señor juez, en modo alguno.

¿Acaso, señor juez, considerará el mismo símil hostelero si un ciudadano presentara su "objeción de conciencia" al álgebra, considerando que es como comer carne en viernes para un fiel católico, y permitiría que los hijos del objetor dejaran de asistir a clases de matemáticas? ¿Y si considera que historia y cultura de las religiones es como un chuletón para un vegetariano y objeta a esa materia? ¿Y qué diría, señor juez, si la "conciencia" de algún padre le indicara que "ciencias de la naturaleza" (en 1º y 2º) y "biología y geología" (en 3º) deben objetarse, y exigiera su "derecho" de privar de esa enseñanza a sus hijos?

En realidad, el derecho a recibir una educación de calidad es un derecho de los niños y los jóvenes, tutelado por el estado. En el caso de la asignatura del falso debate, la gran mayoría de la gente ni siquiera sabe de qué se trata, ya que los portavoces de la ultraderecha se han encargado de enturbiar las aguas.

¿A qué objetan los "objetores de conciencia"?

Se oponen a que los niños de primaria estén expuestos al horrible "reconocimiento de la dignidad de todas las personas, del respeto al otro aunque mantenga opiniones y creencias distintas a las propias, de la diversidad y los derechos de las personas". No quieren que sus hijos escuchen nada sobre la "la igualdad de hombres y mujeres en la familia y en el mundo laboral", ni mucho menos quieren que se les hable a sus hijos de "la asunción de las propias responsabilidades", que son los elementos del primer bloque de la asignatura.

La conciencia de los objetores les reclama que no se diga a sus vástagos nada sobre "los valores cívicos en que se fundamenta la sociedad democrática: respeto, tolerancia, solidaridad, justicia, igualdad, ayuda mutua, cooperación y cultura de la paz", lo cual nos hace suponer que sus valores son más bien la falta de respeto, la intolerancia, la insolidaridad, la injusticia, la desigualdad, el nbo ayudarse, no cooperar y hacer la guerra, algo así como el aznarato ideal. En el mismo tenor, los hombres y mujeres que van a los juzgados quieren defender a sus herederos de saber cómo "abordar la convivencia y el conflicto en los grupos de pertenencia (familia, centro escolar, amigos, localidad) y del ejercicio de los derechos y deberes que corresponden a cada persona en el seno de esos grupos, identificando la diversidad, rechazando la discriminación y valorando la participación y sus cauces". Cosa horrenda, sin duda, pero no más que el detestable "respeto crítico por las costumbres y modos de vida distintos al propio y permite proporcionar elementos para identificar y rechazar situaciones de marginación, discriminación e injusticia social". Todo eso es el segundo bloque de la Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos.

Pero lo más odioso seguramente viene en el tercer bloque, que escandalosamente pretende informar a los tiernos alumnos de "la necesidad y el conocimiento de las normas y principios de convivencia establecidos por la Constitución". Toda una intromisiòn en el derecho de los padres a enseñarle a sus hijos que la Constitución española no merece respeto ni ser tomada en cuenta.

Uno duda mucho que el español común y corriente que no vive emborrachado por el odio jimenezlosantista considere que nada de lo que contempla la asignatura en primaria merece rechazo, al contrario, lo más probable es que, conociéndola, la apoye más gente.

Dejamos para la siguiente barbaridad judicial los cinco bloques de la asignatura para los chicos de secundaria.

6/10/2008

¿Por qué nadie se manifiesta frente a Repsol?

Uno de los más astutos trucos del nuevo capital, del capital globalizado, neoliberal y politizadísimo, es haber conseguido lanzar a la gente, a las víctimas de la globalización neoliberal privatizadora, contra el gobierno cada que las empresas deciden aumentar sus ingresos.

El caso del petróleo es ejemplar. El precio del petróleo no "sube" solo, de modo mágico, sino que "lo suben" los compradores y vendedores en los mercados de petróleo, a donde los extractores se lo venden a los transformadores... aunque habitualmente se trata de las mismas empresas y, más recientemente, del capital especulativo que destrozó el mercado hipotecario estadounidense, el mismo que encarece el cereal y que busca dónde multiplicarse a expensas de la gente común y corriente.

Una vez que ellos, empresarios, accionistas, especuladores, suben el precio del petróleo (de 10 dólares en 1998 a más de 100 en 2008, lo cual nada tiene que ver con la escasez de este bien, que no le engañen los defensores del "libre" mercado que nada tiene de libre), los productos del petróleo aumentan su precio de modo exponencial y sin relación con el aumento de la materia prima. Así, el litro de gasoil en 1998 costaba en España 23 pesetas, es decir, algo menos de 14 céntimos de euro, mientras que hoy el cuesta aproximadamente un euro, es decir, que "sólo" ha aumentado 6 veces.

Ahora, el precio del petróleo y sus productos no lo fija el gobierno, en modo alguno, y sólo proponerlo sería bastante para que el Partido Popular, el dinero y la iglesia en España prorrumpieran en una condena horrenda contra los estatistapopulistas criptorrojos y comunistas de playa.

Pero eso sí, los mismos políticos, financieros y religiosos ven con buenos ojos que los afectados por los aumentos que incrementan las fortunas de los que ya tienen de más se lancen a responsabilizar al gobierno, de modo que ocurra una de dos cosas: que se saquen fondos del gasto social del estado para financiar los aumentos a los carburantes, o su equivalente que es reducir los ingresos fiscales ofreciéndole rebajas a los transportistas (es decir, transferir grandes cantidades de recursos públicos a manos privadas, cosa que agrada mucho a la tríada mencionada), o bien que se establezcan por parte del gobierno esquemas de precios al transporte que encarezcan los productos de consumo, con el consecuente enfado de la población, que le pagará más por lo mismo a los de siempre.

En un caso, se debilita financieramente al gobierno, impidiéndole costear obras y servicios públicos, y en el otro se le afecta políticamente. En ambos, el que paga es el "consumidor", que es como se llama ahora al pueblo, beneficiando a los más pudientes. Y en todos los casos, se oculta efectivamente la responsabilidad real de los aumentos de precios, se defiende a los responsables y, sobre todo, se impide que sean llamados a cuentas ante la población. Ellos tienen sus periódicos, sus economistas, sus partidos políticos y sus esbirros para argumentar que el dios mercado está molesto porque no se le sacrifican suficientes víctimas, y que nadie puede hacer nada ante la terrible deidad, y sálvese quien pueda y todos contra Zapatero.

6/06/2008

¿Obama Ilich Uliánov?

Pablo Kleinmann, orgulloso fascista y estadounidense de origen argentino escribe en "Libertad" Digital que no le gusta Obama, lo cual es natural, tratándose de un demócrata que además no es blanco, que ya es delito a ojos de los orgullosos fascistas, porque aunque Kleinmann pretende suavizar el asunto diciendo que es "un candidato de origen negro, la verdad es que no sólo es de origen negro, sino que es negro, cosa que no debería ser tema de conversación salvo para los abrazafarolas que hablan de las cejas de Zapatero y el sexo de las ministras como si ello significara algo.

Pero en fin, Pablo Kleinmann, con su peculiar visión estadounidense, considera que "la victoria de Obama representa el triunfo del ala más izquierdista del partido".

La concepción "izquierda" no tiene vigencia real en la política de los Estados Unidos, como lo sabe cualquiera cuya educación política vaya más allá de los márgenes del Potomac. Los movimientos de izquierda en Estados Unidos nunca fueron relevantes (y cuando amenazaban serlo fueron reprimidos a sangre y fuego o cooptados). El bipartidismo estadounidense no es una lucha "izquierda-derecha", sino entre liberales y conservadores sociales, en un esquema más bien del siglo XIX.

Pero esto trasciende la capacidad de análisis de "Libertad" Digital, el diario online de Federico Jiménez Losantos, y llama al entorno de Obama la "extrema izquierda", dejando para la duda cómo calificaría, digamos, a Rosa Luxemburgo, a Gramsci o incluso a Noam Chomsky, lo más cercano a un izquierdista que sobrevive en Estados Unidos.

Las palabras tienen significado, por supuesto. Cuando un grupo ideológico reescribe el diccionario para convertir a los liberales sociales defensores del capitalismo y la hegemonía de Estados Unidos en "extrema izquierda" y fingir que ser orgulloso fascista, según Pablo Kleinmann, "significa defender las libertades individuales, los valores humanistas de Occidente y el sistema por el cual la gente puede elegir libremente a sus gobernantes", se ha perdido todo género de decencia. Triste espectáculo, que no deja de ser amargamente cómico, el de los victimarios convertidos en víctimas y los terroristas convertidos en vaya usted a saber qué, pero colgados del chaleco del dueño de "Libertad" Digital y gran Goebbels de la derecha neomilenaria.

6/05/2008

Hermann, entre Rosa y Esperanza

La espantada de Rosa Díez, junto con sus acólitos (incluido, lamentablemente, un Fernando Savater con la brújula extraviadísima), comenzó cuando Hermann Tertsch fue cesado en El País, cosa que enfureció al entorno de Rosa Diez, que empezó a enviar correos propagandísticos de muy baja estofa bajo el vacío marbete de "Plataforma para una Nueva Transición", que para mejor garantizar su anonimato utilizaba un correo gratuito de yahoo.es.

El 18 de abril, precisamente, se equiparaba la salida de Tertsch de El País con censura y se advertía que "joder, es que ya han empezado a caer muchos de los nuestros", enumerando, luego de clamar "¡Para esto no luchamos contra el franquismo ... !!" a "Rosa Díez, luego con Gotzone Mora, Jon Juaristi, Savater, Boadella, .... La lista es interminable y la conocemos todos".

Hablando con una retórica que por vez única hizo alguna proclama antiderechista y despidiéndose con el "abrazo fraternal y solidario" de la izquierda ortodoxa, además del "¡Pásalo!!!" antiaznarista, la nebulosa plataforma empezaba así a construir la opción electoral de Rosa Díez (y de sus acólitos, sí, sí, pero es que en ese "partido" no hay más que una persona que se vea, que escriba y que hable), desde la oscuridad, desde la falta de transparencia y de claridad, desde la agitación y propaganda más basales y retorcidas, donde nada se dice con claridad.

La defensa "izquierdista" de Tertsch se convirtió, en sólo 11 días, en una carta de Rosa Díez intitulada "¿No creéis qu eya ha llegado la hora?", donde, sugiriendo tener enormes y pesados apoyos dentro del PSOE, se dirige a los "militantes socialistas" que la mueven, que la impulsan, nos jura, con sus cartas, llamdas, correos electrónicos, SMS y señales de humo. Desde tan alta tribuna, Rosa advertía (todo mesías debe anunciar al demonio contra el que lucha): "lo que se está preparando es lo más grave de toda nuestra reciente historia democrática". No establece qué era, así que siempre puede afirmar que su valerosa carta lo impidió. Nada en su carta decía que había que votarla, que estaba en ello, que había cruzado su peculiar Rubicón, que los socialistas le interesaban poco desde que no la votaron, por el contrario, enviaba otro abrazo fraternal y solidario, y otro pásalo, y todo ello firmado por la plataforma en cuestión, que además se negaba a identificarse cuando uno, elector, ciudadano y en buenas relaciones con hacienda y con la ley, les preguntaba quiénes eran, por qué nos mandaban sus correos y qué pretendían.

Dos correos más al menos envió la plataforma fantasma antes de desvanecerse como toda organización clandestina de agitación y propaganda. El primero, cuatro días después de la carta fundacional del rosadiecismo, con un artículo que anunciaba orgulloso "Hermann Tertsch sigue en plena forma", donde este Jiménez Losantos con nombre más corto retomaba el "Zapatero rompe España" con una retórica nada singular: "no hay que ser Merlín para augurar zozobras tras este trienio de romper loza de convivencia y tejido social", decía, como tantos profetas fallidos. Dígame si el capotutticapi de la COPE no firmaría feliz, en forma y fondo, lo que nos dice Tertsch: "a estas alturas todo el mundo debiera saber a quién considera el presidente su enemigo y a quiénes aliados potenciales, hayan matado o no. Al fin y al cabo, también a su abuelo lo mataron". En fin, que el linchamiento zapaterista, el anti68 sarkozysta y otros temas posteriores ya están en ese farragoso y deshilado artículo hepático de Hermann Tertsch... en plena forma.

Ese Hermann Tertsch, adalid de la libre expresión (como Jiménez Losantos), defendido de la Plataforma para una Nueva Rosa Diez de abril de 2007, es el nuevo altavoz oficial de Esperanza Aguirre en Telemadrid, esa emisora que deja en plan de intento de manipulación a la televisión rumana y cubana al mismo tiempo, ese dechado de propaganda barata que haría a Goebbels derramar una conmovida lágrima. Sustituto del asalariado Sánchez Dragó al frente de los "informativos" de Telemadrid, Hermann Tertsch y sus ideas (que no son suyas, pues, pero como si lo fueran) es una puntada más en la confección del traje de las nuevas emperadoras, Esperanza y Rosa, cada día más cerca, unidas por una María San Gil "referente moral". El proyecto de la ultraderecha pasa, como siempre, no sólo por los ultraderechistas de origen, captados en la infancia, sino también por los más lamentables resentidos de la izquierda, los traidores que no piden siquiera treinta monedas de plata, sino tan sólo venganza por su ego maltrecho.

Así, ciertamente, no se construye el futuro de ningún país.

5/31/2008

Mensaje desde la decencia

Me encuentro esta cita de Bertolt Brecht:

"Cuando la hipocresía comienza a ser de muy mala calidad, es hora de comenzar a decir la verdad."

Y pienso que Brecht era tan brillante que sabía lo que iba a ocurrir en la derecha española 52 años después de su muerte.

5/28/2008

El victimismo del matón de parque público

Ahora resulta que Federico Jiménez Losantos llama ni más ni menos que "caraduras" a sus testigos contra Gallardón, en particular Aguirre y Acebes, los acusa de "manipulación", afirma que lo han "defraudado" y, en resumen, ha ofrecido un bello berrinche público después de tanto vanagloriarse de tener como testigos "en su favor" a toda la plana más radical y ultra del PP (salvo Aznar).

Pero bueno, uno entiende a un empleaducho que ya le ha costado un pico a sus patrones y que no les quiere costar otros 72 mil eurazos precisamente en momentos en que algunas sotanas y testas enmitradas empiezan a decir que no quieren ser "representados" por semejante energúmeno.

Lo que ya no se entiende es que Jiménez Losantos suelte a continuación, ante todos los medios reunidos fuera del juzgado donde se ha visto la querella interpuesta contra el propagandista de la ultraderecha por el derechista alcalde de Madrid, la frase "Nunca me he fiado mucho de los políticos".

¿No, Federico? ¿Y entonces por qué no llamaste en tu defensa más que a políticos, políticos que, además, consideras que siguen tu liderazgo moral. Consciente de que Goebbels consideraba a la radio "el octavo poder", y le resultaba incluso más importante que su adorado cine en la tarea de propaganda, pues Goebbels, como Federico, utilizaba la palabra ante todo, Federico ha llegado a creer que es superior a los políticos a los cuales se dirige esencialmente (sin contar al reducido sector de personas con capacidades intelectuales limitadas por distintas causas, como las que han afirmado que según Federico Rajoy ha aprobado el matrimonio gay, y está aliado a ETA, como todos pudimos escuchar).

El problema de los mensajes que contienen "unos pocos puntos y se repiten una y otra vez”, como Goebbels recomendó que hiciera la buena propaganda, es que el victimismo de Jiménez Losantos resulta poco creíble. Él ha elevado a la calidad de "referentes morales" a los que hoy denigra, como ayer lo hiciera con Rajoy. Lo que queda entonces es, quizá, salir de las trampas losantinas y pensa que, más allá de la cansina repetición de insultos y ataques de Federico, que el muy truhán haya violado la ley nuevamente porque en su esfuerzo por devolver a España a la ultraderecha las leyes no le merecen demasiada consideración.

Que podría ser.

5/27/2008

La "normalidad" del PP

La primera señal de unión del PP en un buen tiempo ha sido el esfuerzo común por informar a los medios de comunicación que están exagerando, que en realidad no pasa absolutamente nada dentro del PP, o al menos, nada anormal, nada noticiable, nada opinable. El mensaje de todos es que la normalidad reina en las filas del PP.

Esto implica además que los informes que pretenden "escandalizar" con que algunos miembros del PP le griten a un dirigente del PP como Gallardón "asesino" son producto de cierta irresponsabilidad periodística interesada, probablemente rojojudeomasónica. Y que destacar que algo así como el líder moral de la derecha agreste dedica largas horas a cocinar insultos contra el líder de su partido es innoble, pues pasa todos los días en las mejores familias.

Vaya, que el mensaje de la "extraordinaria placidez" del franquismo donde "vivíamos en paz" que nos regalan los Mayor Oreja y las San Gil se traslada ahora a un partido en el que la lucha fratricida está a punto de producir la creación de al menos dos partidos, uno de extrema derecha correspondiente al más clásico pensamiento fascista (véase nuestra entrada "¿Fachas?") y otro de un conservadurismo más dócil y democrático, neoliberal en la economía, recatado en lo social, menos intervencionista en lo privado y más pudoroso en sus intimidades con la iglesia. Digamos, toda proporción guardada, los lepenianos y los sarkozianos

Pero la "normalidad" del PP es tan creíble, y hay tantos indicios de ella, como de las armas de destrucción masiva que, Aznar-Richelieu, dixit: "existen y las verá su señoría". Nadie se tragó el cuento de Aznar de aquél entonces de su desmoronamiento, ni se cree el cuento de Aznar del hoy en que lucha por trascender en su partido más allá de la imagen del pequeño falangista que fracasó en su sueño adolescente y les dio una derrota que aún les escuece.

5/23/2008

Los ultras y los más ultras

No hace tanto tiempo, Mariano Rajoy utilizaba contra el gobierno español un lenguaje rayano en el golpismo, que igual deslegitimaba la acción democrática de la izquierda ("prefiero estar con la mayoría de los españoles y no con el señor Carod Rovira y el señor Llamazares") para luego atacar: "el anticlericalismo, el valle de los caídos, las series de televisión, las estatuas de Franco, la unidad de España. Los buenos y los malos. Eso se había olvidado en España hasta que usted ha llegado a la presidencia del gobierno". Y más aún: "Se han puesto ustedes a hablar en batasuno" y "es usted un sectario. Sectario, porque se ha propuesto a enfrentar y dividir a los españoles. Los suyos y los ajenos. Los buenos y los malos". Su habilidad dialéctica daba, a lo sumo, para llamar "bobo solemne" al presidente de gobierno de los españoles, y su visión religiosa llegaba a delirios como "Tanto el laicismo como los fundamentalismos religiosos son enemigos de la libertad y, si logran imponerse, conducen inexorablemente al totalitarismo".

Entiéndase claramente: estas afirmaciones y otras que en resumidas cuentas pretendían quitar legitimidad a los votantes del PSOE y de José Luis Rodríguez Zapatero, refundar la democracia basada en la unanimidad en torno al PP e ilegalizar a quienes estaban en desacuerdo con Mariano Rajoy son cobardemente moderadas... se trata de una muestra de talante dialogante excesivo y de un centrismo inaceptable que vulnera los verdaderos principios del PP. Mariano Rajoy, a ojos de un importante sector de su propio partido es un blandengue, un traidor, un entreguista, un negociador, un agachón y un peligro para España. De modo que lo que piden dichos sectores es un endurecimiento alrededor de los "verdaderos principios del PP".

Ésa es la verdadera lucha dentro del PP. El ultrarradicalismo de una derecha que se fuga del criptofranquismo para coquetear con el neonazismo, la antidemocracia y el golpismo, y el mayor ultrarradicalismo de los que consideran que eso es poco.

5/21/2008

María y Rosa, Rosa y María

Podría hacerse realidad el sueño de la derechona más pura si finalmente María "Con Franco se vivía en paz" San Gil se muda a la UPyD con Rosa "la izquierda heterodoxa" Díez. Se abriría así una opción más viable a la derecha del PP e incluso de la FAES (FAlange ESpañola, dicen los entendidos) donde puedan situarse aquéllos cuyas tendencias estéticas (que no políticas) les impiden tatuarse esvásticas, raparse, llevar chupa de cuero y botas con punteras de acero.

El problema, es el afán de protagonismo de ambas damas de la política. A las dos les gusta mandar, y las dos gustan de sentir que están en la punta de lanza de la lucha contra todo nacionalismo salvo el español. Hoy en día, toda la UPyD, todos sus comunicados, toda su presencia, todo elemento de su página Web, gravitan alrededor de Rosa Díez, y no parece haber lugar allí ni para personajes apreciables por otros conceptos, como Fernando "cuesta abajo" Savater ni para líderes indiscutibles de la derecha feral como Mario Vargas Llosa. ¿Habrá lugar para María?

La cúpula etarra

Es de esperarse que ahora el PP distraiga unos segundos para exigir que los cuatro jefes de la organización psicopática ETA detenidos en Burdeos sean cuidadosamente registrados, pensando en que alguno de ellos podría tener oculta en algún compartimiento secreto de la cartera a Navarra, comunidad que, como todo mundo sabe, Zapaterlo le entregó a ETA en las negociaciones donde también se comprometió a entregarle un ministerio, según informó Jiménez Losantos, que estamos esperando que nos diga cuál es.

5/18/2008

La maliciosa ingenuidad de Rosa

En un conocido programa de noche rosa, la candidata, presidenta, diputada y accionista principal de UPYD, Rosa Díez, jugó al gato y al ratón con un entrevistador tan obsequioso cuanto impreparado para escamotear y reinventar las definiciones políticas y evitar así explicar (que otro periodista se lo habría pedido) por qué se ha convertido en la chica de portada de la derecha más extrema, criptofranquista y golpista de España.

Rosa dijo que no era importante si era de derecha o de izquierda, luego se definió como "mujer de izquierdas", pasó por llamar al vómito negro de Jiménez Losantos "análisis" y finalizó en un acto de demagogia grosera en el cual hacía la lista de una serie de cosas por las que afirma luchar afirmando tramposamente que ninguna de ellas era de derecha ni de izquierda. Mujer, finalmente, o por lo menos la úlitma vez que tocó el tema, de "izquierda heterodoxa" dispone de una definición tan amplia de la heterodoxia (o de la izquierda) que puede incluir en su entorno político al gran defensor del neoliberalismo económico y el neoconservadurismo político, Mario Vargas Llosa, uno de los últimos anticomunistas profesionales que quedan. Cualquier día Rosa vendrá a decirnos que Berlusconi y Le Pen son de "la izquierda creativa" o algo similar.

Cualquiera que no haya estado dormitando cuando el profesor presentó, en clase de lógica, las falacias argumentales, sabe que Rosa Díez está apoyando su discurso en una plétora de falacias, ofensas al razonamiento y trampas argumentales que no se pueden suponer ingenuas, pese a la mirada inocente y la sonrisa fácil que caracterizan a la política tránsfuga, sino que son argucias verbales, esgrima y demagogia para no mostrar todas sus cartas.

La libertad de cualquier español de que sus hijos sean educados en su lengua materna, ejemplo de la fracasada candidata a secretaria general del PSOE, se presenta como "ni de derechas ni de izquierdas". Podría ser, muchas cosas no son "de derecha" o "de izquierda", pero sí lo es la interpretación que de ellas se hace. Y Rosa se sitúa a la derecha cuando, a continuación, afirma que tal lengua materna es el castellano en cualquier lugar de España, con lo cual el malabar determina que el castellanoparlante tiene derecho a que sus hijos se escolaricen en castellano en la odiada Cataluña, pero el catalán no tiene derecho a que sus hijos se escolaricen en catalán en Lugo o Granada. Ciertamente, debe haber educación en castellano en Cataluña, pero lo que sólo el pensamiento autoritario de derecha puede hacer es concluir que no debe haber el mismo derecho para los catalanes fuera de su comunidad, es decir, que hay derechos que tienen unos pero que no deben tener otros (los catalanoparlantes) y que este derecho se les conculca por motivo de su origen nacional, su lengua y su identidad cultural única y exclusivamente: Tienes tal derecho si hablas español, pero si hablas catalán no.

Si recordamos la definición de "fascismo" que recorríamos en la anterior entrada de este blog, no es tan difícil ver que las palabras aparentemente asépticas y multiideológicas de Rosa Díez se insertan claramente en dicha definición. Tales palabras, de hecho, contradicen la declaración de principios de dicho partido, que afirma: "luchar por la libertad y la igualdad efectiva de los ciudadanos españoles ante la ley con independencia de sus ideas, fortuna, lugar de residencia o lengua materna".

La contradicción evidente entre las palabras de Rosa Díez y las definiciones rimbombantes e inespecíficas de la tibia presentación que de sí mismo hace el partido, no es, ciertamente, de izquierda ni de derecha. Es simplemente un ejemplo de deshonestidad, como lo es incluir entre sus declaraciones de lucha política "que la bandera ondee donde tiene que ondear" antes de, por ejemplo, la promoción del empleo. El que la bandera ondee o no es irrelevante si no se atacan de fondo las causas por las cuales no lo está haciendo, y obviarlas en un discurso simplón, sensiblero y demagógico es, nuevamente, fascismo.

Rosa Díez es la opción a Rajoy entre la derecha extrema antinacionalista y por ende anticonstitucional y, en resumen, antidemocrática por cuanto a que busca la exclusión antes que la inclusión. Pretende cambiar la ley electoral para quitar representatividad política a las identidades culturales que detesta ideológicamente en lugar de reformar para aumentar la presencia de agrupaciones ideológicas con una representatividad disminuida con la ley actual, como IU, pretende una reforma democrática que consagre la exclusión del que piensa distinto sólo por pensar distinto y haber nacido en el sitio incorrecto con las tradiciones culturales incorrectas, aunque afirme oponerse a "la discriminación por razones lingüísticas o identitarias". En su defensa de una España de estilo falangista, supraindividual e incuestionable, el partido de Rosa Díez parece dispuesto a perseguir a las minorías supuestamente en defensa de las mayorías (como en su momento Hitler "defendiera" a los "verdaderos alemanes" contra eslavos, comunistas, judíos, gitanos, homosexuales y testigos de Jehová), sin que en su proyecto político se dé valor alguno a la diversidad, la pluralidad, la libertad del que piensa distinto y, sobre todo, despreciando los elementos educativos, sociales, políticos y económicos que pueden ayudar a acabar con los terroristas o a suavizar las relaciones con las minorías culturales a las que dirige su bombardeo.

El discurso de Rosa Díez, sustentado en el hecho real del terror impuesto en amplias zonas del País Vasco por ETA y su entorno, y legitimado ante ciertos sectores por los asesinatos continuados de este universo psicopático, suena por lo mismo razonable hasta que se consigue leer en él una intención vengativa y revanchista que permite ver, tras la aparente ingenuidad y buenrollismo rockero de Rosa Díez, una puerta, como lo leen los voceros de la COPE astutamente, para colar a la ultraderecha a la respetabilidad, y a lo que ello conlleva.

5/17/2008

¿Fachas?

La denominación "facha", nacida a principios del siglo XX es una deformación, ciertamente peyorativa, del adjetivo "fascista", el seguidor de la ideología política (por llamarle de algún modo) del "fascismo", y se usa también para definir a los neofascistas, quizá por lo poco eufónico del vocablo "neofacha".

Los pilares del fascismo son el nacionalismo y la raza como valores superiores al individuo, la promoción de un estado autocrático centralizado gobernado por un dictador, organización estricta y con frecuencia militarizada de la economía y la sociedad, restablecimiento del rol de sumisión de la mujer al hombre, odio y persecución de la diversidad (sexual, racial, cultural, nacional, religiosa) y una agresiva e irrefrenable represión de la oposición, especialmente a la que se define de izquierda, cancelando toda posibilidad de pluralismo político y social, y rechazando la democracia como forma de organización. Las definiciones pueden estar sujetas a discusiones finas, pero estos elementos difícilmente serían rechazados por los neofascistas que aceptan serlo.

Los asistentes a la concentración de hoy, 17 de mayo, de la Fundación para la Defensa de la Nación Española, con su ataque a los medios de comunicación que no comparten sus ideas, con su nacionalismo obsesivo, con su canto del himno español con letra de la dictadura, con su pretensión de apropiarse de España sólo para unos pocos y no para todos, pueden así denominarse "fachas" sin que se pueda considerar ello ningún insulto, salvo por la intención despreciativa de quien por alguna causa no es proclive a llamarles "distinguidos señores neofascistas".

5/16/2008

Berlusconi al PP

Mientras el PP se revuelve en su lucha entre los radicales y los ultrarradicales por apropiarse de la dirigencia del partido y Rosa Díez aprovecha para rebasar por la derecha al PP y, al parecer, llevarse de pasajera a María San Gil, Silvio Berlusconi lleva a la práctica los más caros sueños del PP, por ejemplo, el de pasarse por el Arco de Constantino las leyes europeas y encabezar la persecución de inmigrantes sólo por su nacionalidad. Dicho de otro modo, ser rumano en la Italia de Berlusconi hoy es tan delictivo como ser negro en Sudáfrica en tiempos del Apartheid o ser judío en la Alemania del tío Adolfo, en aquellos años en que el caudillísimo mandaba "volutarios" a matar en nombre de la esvástica.

Qué alegres estarían los muchachos del PP si pudieran hacer lo mismo con sudakas, negros, rumanos, serbios (odio especial del Brigadeführer Federico Jiménez Losantos), chinos, vascos, catalanes, gallegos y demás extranjeros perniciosos, sin atenerse a leyes bobas y a convivencias que juzgan imposibles.

Soñar es soñar, la verdadera lucha es por encontrar al Berlusconi español en las filas del PP, que les enorgullezca tanto como Silvio enorgullece a los suyos.

4/26/2008

Mondragón y Hernani

Una vez más, el PP demuestra, con su asbtención vergonzosa en Mondragón, que odia más al PSOE que a ETA, y que los muertos que pone el PSOE en la lucha contra el terrorismo son, a ojos del criptofranquismo, de menos valor que los no socialistas. Desde hoy, señor Rajoy, ANV está en el ayuntamiento de Mondragón porque lo quiere el PP.

Una vez más, los sectores que desde la irracionalidad más plena usurpan el nombre y la herencia ética de la izquierda, demuestran que su mejor compañero de viaje, su aliado objetivo (que diría Lenin, lo saben ellos) es el PP, la derecha más lamentable. La reacción de Gaspar Llamazares apenas maquilla un poco la hedionda alianza entre pepechales y ezkernáufragos.

4/19/2008

"¡Viva Honduras!"

Vaya con el tal Zapatero. En lugar de poner a un bocazas cobardón que autoriza viajes en ataúdes con motor como el Yak-42 y se apunta a las guerras preventivas unilaterales de George Bush, va y pone a una mujer, catalana y embarazada al frente del ministerio ejecutivo de defensa.

Se entiende la furia de Federijo, manda huevos.

4/18/2008

Furia cavernaria

El Mundo, el sitio Web de comercio electrónico "Libertad (jejé) digital", la cadena de radio vaticana COPE y los sospechosos habituales han dado un ejemplo que ha dado la vuelta al mundo.

Gracias al Financial Times, a The Independent y a otros medios, el mundo sabe lo que aquí ya sabíamos: España cuenta con la ultraderecha legal más cavernaria, preconciliar, sexista y boba de la Europa común. Los comentarios de machismo de taberna que nos regaló El Mundo, las observaciones de patio escolar que Jiménez Losantos confunde con periodismo, la escatología del machismo femenino a ultranza que exhibe Cristina Schligting, han sido causa de escándalo. ¿Es posible que en el siglo XX quede gente así a la que se le premia con un salario por pensar y publicar tales imbecilidades? Pues sí. Aunque en descargo de los acusados debe decirse que es posible que no todo sea sexismo, sino que éste es sólo un pretexto para seguir tratando de reventar a un gobierno democráticamente electo... que finalmente es de lo que va el juego de la derecha siempre, Hitler, Franco, Pinochet o Federico...

4/11/2008

Chinos de segunda

Si usted es chino y anda luchando por la libertad de opinión, prensa y pensamiento, la democracia, el derecho a un juicio justo y todas esas cosas que movieron a los enciclopedistas e inauguraron la ilustración que hoy la ultraderecha pretende cancelar, usted está, en resumidas cuentas, jodido. No sólo porque probablemente no tiene trabajo, probablemente está en la cárcel y probablemente es objeto de torturas y maltratos continuados... sino porque al occidente de las hipocresías usted le tiene sin cuidado.

Ahora, que si usted es tibetano o al menos practicante de una religión rara como la Falun Gong, entonces sí que tendrá el apoyo de llorosas señoras que piden "Libertad para el Tibet" en marchas de todo el mundo, de valerosos tipos de dos metros y 120 kilos de peso que heroicamente le tratan de arrancar la antorcha olímpica a una niña preadolescente aterrorizada, de actores de Hollywood a los que el Dalai Lama ha declarado "reencarnación" de uno u otro santón budista y demás fauna de tierno corazón.

El Dalai Lama ha puesto en acción sus fuerzas, y ello era de esperarse, en vísperas de los Juegos Olímpicos. Hábil político, el actual Dalai Lama igual apoyó el tratado de integración de Tibet con China de 1951 que a las guerrillas budistas (paradójico sin duda) tibetanas financiadas por la CIA de 1956 a 1959, cuando su fin llevó al exilio del líder político y religioso, o finge apego a la democracia mientras llena el "congreso" tibetano en el exilio de la India de parientes suyos, cada uno con su respectivo sueldo pagado por la solicaridad con el Tibet. No se podía esperar menos de él, pues aspira a volver al palacio de Potala, aunque quizá ya no como el soberano absoluto dueño de vidas y haciendas que fue durante su adolescencia, y los juegos olímpicos de China son una gran oportunidad para publicitar su causa lanzando a los pacíficos monjes budistas a las calles.

Nadie, empero, pensó en Tibet (ni en los chinos oprimidos) cuando hace 12 largos años se le concedió a Beijing la sede de los Juegos Olímpicos con el aplauso de sus estrechos aliados y "socios más favorecidos" de Washington, acompañado en el sentimiento por la Europa muda toda.

El apoyo decidido de los Estados Unidos al Dalai Lama sirve así para silenciar la tragedia de millones y millones de chinos que han sido peones del poder desde siempre, y todavía, en especial los libertarios chinos, que sin publicista acaudalado en el extranjero, languidecen en las cárceles del Gran Socio Comercial de Nixon, la China a la que se le perdona su supuesto comunismo y a cuyos adversarios occidente apenas prestó algo de atención cuando los acontecimientos de la Plaza de Tiananmen, ya condenados a ser pasado aunque sus protagonistas sigan en manos del poder.

Al final, si el autoritarismo es amigo, Estados Unidos, y buena parte de occidente, lo saben perdonar como una leve debilidad. Si mañana China le devuelve el Tibet al Dalai Lama, eso sí, habrá bellos juegos olímpicos, mientras los adversarios languidecen en las cárceles. Ya lo hicieron en México en 1968, después de todo, donde ni Dalai Lama había.

4/07/2008

La derecha contra la derecha

Mantenida esa "disciplina" del votante de la que tanto se congratulaba el estratega Elorriaga frente a las divisiones que caracterizan a la izquierda en todo tiempo y lugar, es hoy la hora del enfrentamiento de la derecha contra la derecha. Los cañonazos más bajunos contra Zapatero (recordemos a la senadora asturiana Alicia Castro Masaveu acusando al presidente de gobierno de "traición a la patria", con lo que asombra que no esté en la cárcel) se enfilan ahora alos adversarios en el interior del partido.

No se trata únicamente de dirimir quién tuvo la culpa representando la coral "Yo no fui" iniciada por Mariano Rajoy. Se trata de presentar a un partido con fuertes tendencias ultraderechistas, con un legado directamente fascista y franquista, estrechamente aliado a una de las iglesias nacionales más acaudaladas del mundo, y dentro de esa iglesia compinchado con los sectores más cavernarios, reaccionarios y preconciliares, y reempaquetarlo como un partido "de centro", sin definir, por supuesto, qué es eso del "centro". Pero al mismo tiempo, ese partido cuenta con un grupo de la derecha reaganista, que bajo la máscara del liberalismo económico oculta con mayor o menor suerte su complicidad con dictaduras y torturadores, y basada en un anticomunismo ya trasnochado reedita las ideas pinochetistas si los que operan los fusiles son otros, y no se manchan las creaciones del diseño internacional.

El PP, que esperaba haber iniciado con Aznar un reich que durara mil años o que al menos empatara con Franco en 40 años de dominio indiscutido, busca reorganizarse con todo en contra. Su líder es un burócrata opaco, de pésima imagen pública y dos veces derrotado por un socialismo no demasiado feroz. Pero los opositores de su líder son propagandistas furibundos, desprovistos de toda ética y capaces de incitar incluso la violencia (habrá que preguntarle al inefable Jiménez Losantos dónde están los 300.000 ecuatorianos con que amenazó, y cuál de los ministros es de ETA, que él juró que de ganar Zapatero habría un ministro de esa organización). Periódicos que dicen una cosa hoy y mañana se desdicen, que se desuellan las manos aplaudiendo la "valiente" negociación de Aznar con ETA y luego juran que siempre se han opuesto a todas las negociaciones. Niños pijos que escriben más libros de los que han leído en su vida y valerosos combatientes que nunca se han roto una uña en la lid política. Y su mascarón de proa es una dama, la más probable presidenta del PP y candidata contra el PSOE en 2012, que cree que puede controlar a los amigos que la quieren controlar, un poco envanecida por un poco deamsiado jabón que le han dado últimamente.

Malos tiempos para la derecha, pero también malos tiempos para España. Porque cuando los radicales se enfrentan a los menos radicales, suelen ganar, sobre todo en las cercanías de las derechas que sospechan filocomunismo incluso en sus aliados, a menos que éstos sean los más entusiastas operativos de la barbarie.

3/15/2008

Frases para la historia

Ahora que la ultraderecha retoma su ofensiva y reordena filas mientras encuentra el modo de sacudirse a un Rajoy que es cada vez más un pasivo que un activo para el proyecto neofalangista, y previo a los pactos que se harán tanto a nivel estatal como en el País Vasco, quedan para referencia futura algunas de las declaraciones de María San Gil durante la legislatura anterior, por aquéllo de lo delicaditos de piel que son luego los talibanes del PP:

“Con Franco vivíamos en paz” (Avui, 19/07/2006

A la pregunta "¿Qué hará Rajoy si el día que llegue a La Moncloa recibe un recadito de ETA y tiene una oportunidad similar a la que ha tenido Zapatero?", María San Gil respondió, apoyando la negociación con ETA (apoyando la negociación con ETA, que quede muy claro: "Verificar la voluntad real de ETA de dejar las armas y verificar que sea real y no un chantaje a cambio de un precio político. Hará lo que hizo Aznar y lo que tiene que hacer todo presidente con un mínimo de responsabilidad. El problema es que Zapatero ni se ha molestado en verificar. Y lo que sabemos ahora es que ETA en ningún momento quiso dejar las armas. Se han aprovechado de una falsa tregua para rearmarse." (El Mundo, 21/02/2008

Sin olvidar tampoco su comparación de la fotografía de la reunión de Patxi López y Otegui con la foto de Hendaya de Hitler y Franco.

3/13/2008

¿Esto no es agresión, señor Rajoy?

Don Mariano, mientras se regocija de los apoyos que recibe, algunos más falsos que un euro con la cara de su jefe Jiménez Losantos, no sé si ha podido ver la forma en que diversos sectores que lo apoyan tenazmente para sacar a Zapatero de La Moncloa (así sea acabando con medio país, como dijo Mola) han tratado a la familia de Isaías Carrasco, y especialmente a su hija Sandra.

Como recuerdo vivamente que usted se ha hecho eco cuando alguien como Alcaraz asegura que se "agrede" a las víctimas del terrorismo, y habla incluso de "nuestros asesinos" para referirse a ETA (omitiré el chiste fácil y cruel), me pregunto si tendrá un minuto para lamentar la agresión a estas víctimas de ETA, a menos que considere que siendo de origen obrero y de ideas socialistas, sean "víctimas de segunda" como los muertos de los trenes del 11-M, cuyo delito fue no ser asesinados por ETA, y por ello pagan sus familias (también víctimas, no lo olvide) con el desprecio de una Comunidad de Madrid que no les otorga el apoyo financiero que sí concede con largueza a la Fundación Francisco Franco.

En fin, usted dígame, don Mariano, para cuándo poodemos esperar que defienda a estas víctimas, agredidas por el entorno que ya algunos llaman "pepesuno" de la siguiente manera:
"Reventar de indignación"
"Caballero ZP"
"Adelante España" copia
En este blog, no se pierda la caricatura feroz de Pilar Manjón

3/11/2008

Si no hubiera habido atentado...

José Luis Baltar, del PP de Ourense, ha dicho al diario El Plural: "Como en 2004, en estas elecciones hubo cosas raras", y que ahora, por norma, tres días antes de los comicios hay un atentado terrorista, lo que llevó al triunfo al PSOE. De paso dudó de la sinceridad de las palabras de la hija de Isaías Carrasco, por pensar en las ideas socialistas que marcaron la vida de su padre al hablar ante los medios.

Ya podía don José Luis, decidido a mostrar la cara más repugnante de la sevicia humana, acabar de detallar el argumento, sacado de la lista de correos neonazi "monclovitas", donde los anónimos que alí escriben aseguran sin más que Sandra Carrasco pactó con Patxi López el asesinato de su padre para que ganara el PSOE. Metidos a ser viles, los avatares del odio no conocen límite, porque cualquier cosa que digan será aplaudida por parte de su público.

ETA habitualmente atenta antes de las elecciones, algo que extrañamente ha olvidado la derecha, y ello ha influido o no de la misma manera en todos los comicios. Pero como nunca aceptarán que el voto contra el PP en el 2004 se debió a las mentiras del gobierno, especialmente de Ana de Palacio, Acebes y el propio Aznar, atribuyen su fracaso de 2004 al atentado del 11-M, y mutatis mutandis, la de 2008 al asesinato de Isaías Carrasco.

Pero si ETA no hubiera atentado contra Isaías Carrasco, si no hubiera habido atentado y el PSOE hubiera ganado tal como lo preveían todas las encuestas anteriores al crimen, Jiménez Losantos seguiría considerando a los 11 millones de votantes del PSOE "basura" y "un horror", soñando con matarlos a todos en los siguientes cuatro años. Aún así, la derrota del PP se atribuiría a los mismos culpables, ya fuera argumentando que el PSOE pactó con ETA que no cometiera atentados para asegurar el triunfo socialista en las urnas o bien preguntándose por qué si ETA siempre ha atentado para hacerse notar en las elecciones no lo habría hecho esta vez, y afirmando, por supuesto, con la certeza con la que dicen conocer lo que se dice en las reuniones secretas de la cúpula etarra, que Zapatero había pagado un precio político para evitar atentados que le quitaran el poder, acaso la entrega de Navarra por cuarta vez o algo similar.

Y así, la historia podría reescribirse tal cual, a gusto de una derecha en retroceso hasta la edad de las cavernas, con o sin atentados, e independientemente de la víctima o víctimas que hubieran o no producido los atentados. Un atentado fallido, un atentado tristemente exitoso contra un miembro de otro partido, cualquier acontecimiento puede manipularse del mismo modo.

Lo importante es mentir y promover el odio para conseguir rentabilidad política insistiendo en lo que divide a los españoles y no en lo que los une, buscando la victoria final sobre el cadáver de al menos medio país. Cualquier diferencia con ETA o con Francisco Franco es pura ilusión.

3/10/2008

¿A la derecha o al centro?

El PP debe decidir, como partido al máximo alcance de su representatividad, si considera que ha sido excesivo el giro a la derecha del partido, sus guiños al lepenismo xenófobo, su delirio propagandístico destructivo, su ingreso al club de los agoreros del desastre y su actitud bronca, de matón de patio, de skin lleno de cerveza, cuyo paradigma fue el militante enfurecido que arremetió contra los periodistas del Grupo Prisa. En tal caso, su estrategia será, lógicamente, volver al mundo de la moderación, a la política, a conformarse como una derecha inteligente, dialogante, posibilista y capaz de coexistir con ideas distintas sin anhelar su aniquilación. Esto haría que la sucesión de Rajoy se decantara por sectores con poca presencia en la dirigencia actual, difícilmente por Gallardón como algunos quisieran.

Si, por el contrario, el PP considera que no fue lo bastante duro, que no imitó lo bastante bien a su musa frenética Jiménez Losantos, que debe plantearse, como éste lo hizo el día de hoy, en la posibilidad de trabajar para eliminar a la mitade de España que es "basura", quizá a punta de fusilamientos como los del abuelo, para llegar al final de la nueva legislatura con sólo ese medio país y poder absoluto sobre él, que hizo mal al no abrazar más dulcemente a los grupos más extremistas y que fue demasiado blando al acusar al gobierno legítimo de ilegítimo, traidor, asesino y cómplice de ETA, entonces el relevo traerá a la dirigencia muy probablemente a Esperanza Aguirre, esa dama dispuesta a hacerse con el poder así sea sobornando al adversario.

¿Cuál será la decisión de los militantes del PP? Sin deseos de ser pesimistas, la segunda parece la más viable en el panorama que se puede ver desde afuera del PP. En tal caso, José Blanco es ingenuo al creer que disminuirá la crispación orquestada por el PP y, por el contrario, estamos al borde de una legislatura con una oposición cuasigolpista, que irá aún más lejos de donde se atrevió a llegar Mariano Rajoy, llamado en más de una ocasión "Maricomplejines" por el hombre más impune de Europa, Federico Jiménez Losantos.

España será la que pierda más, sin duda, si algún día añoramos la legislatura 2004-2008 como una época tranquila y de ligeras confrontaciones.

3/07/2008

La indecencia

El PP parece empeñado en utilizar el cobarde asesinato de Isaías Carrasco para sus fines electorales y políticos. Desde que Mariano Rajoy aprovechó el asesinato para reiterar su posición, implicando que el trabajador socialista había sido asesinado por las políticas del PSOE, los demonios se soltaron.

¿Qué tiene que ver, señor Astarloa, señores que lo dirigen, el asesinato de Isaías Carrasco con las reivindicaciones propagandísticas y electoreras que quisieron introducir en un documento unitario de la democracia, de todos los partidos, con objeto de convertirlo en el último volante de campaña de un PP sumido en el odio irracional y el extremismo semiclandestino? La mayoria de las personas dirá que nada tiene que ver, que ETA mata porque no ha conseguido convencer a la ciudadanía vasca de su representatividad, porque no ha logrado doblegar a ninguno de los gobiernos de la democracia, y a ninguno le ha podido arrancar sus reivindicaciones políticas, de modo que finge "acciones militares" que no son sino actos delictivos alejados de toda lógica militar. Pero si el señor Astarloa, el señor Aznar y el señor Rajoy afirman que las dos propuestas rechazadas por la mayoría de los actores políticos (el compromiso de "no negociar nunca" con ETA y el compromiso de "derogar la autorización del congreso para el diálogo con ETA") pertenecen a un acto de repulsa a un asesinado, lo que están diciendo es que la muerte de Isaías Carrasco nada tiene que ver con la lógica perversa de ETA, sino que fue una muerte debida a la negociación con ETA y a que el Congreso tomó el acuerdo de autorizarla.

Si ésa es la insidiosa sugerencia, se debería explicar por qué ha matado ETA en otras ocasiones, bajo otros gobiernos, habiendo o no habiendo diálogo (en el que han participado todos los gobiernos de la democracia.

No interesa explicar, interesa hacer, como durante cuatro años, un uso indecente, siniestro y moralmente despreciable de las víctimas de ETA.

ETA mata porque no sabe actuar de otro modo. ETA no piensa en términos electorales, le trae al pairo que gobierne el PP, el PSOE o cualquier partido democrático. Creer lo contrario es desconocer por completo el funcionamiento de las organizaciones clandestinas, la descomposición ideológica que implica y la distorsión de la visión de la realidad que predomina en sus análisis. Si no se hubiera intentado el diálogo, ETA mataría, si se mantuviera, ETA mataría, si gobernara Mariano Rajoy y repitiera diariamente que nunca negociaría, ETA mataría, y si Mariano Rajoy negociara con ETA, ETA mataría. No entender esto es interesado y sería tonto si no fuera miserable.

Sin detenerse en su campaña, que sigue hoy por SMS e Internet, el PP o, para ser justos, su dirigencia, sigue en el "todo vale" y en la despreciable identificación de ETA con la izquierda democrática.

Hace unos días preguntábamos si los dirigentes que se han escriturado el PP habían perdido la decencia completamente. La respuesta parece ser, lamentablemente, que no.

¿Franco o ETA?

Matar inocentes por sus ideas.

Ejecuciones sumarias decididas en la oscuridad.

Paseos que terminan en asesinato.

Uso del terror para hacer su voluntad.

Cancelación de la libre expresión y el libre pensamiento.

Odio a la democracia y al voto.

Cobardía y violencia.

Hijos de puta.

ETA mata

Hijos de puta.

Ellos y los que los han jaleado.

Hijos de puta.

Ellos y los que dijeron que entregarían armas para favorecer al gobierno español.

Hijos de puta.

Hijos de puta.

3/05/2008

La negociación política con ETA

Una de las más conocidas - y socorridas- falacias argumentales que se utilizan en los debates, sean los del corazón o los políticos, es la conocida como "falacia del espantapájaros" u "hombre de paja", que consiste básicamente en representar la posición del adversario de una forma convenientemente falsa y sesgada y después atacar esa representación, en lugar de argumentar la posición del contrario. Así, la afirmación "Los homosexuales deben tener derechos iguales en la sociedad" se puede caricaturizar como "se dice que todos deben probar a ser homosexuales", y después se puede atacar la descabellada propuesta de que todo mundo experimente la homosexualidad, dejando de lado la afirmación original. Esta táctica marrullera es propia de personajes como el vocero de Aznar, Miguel Ángel Rodríguez (de quien tomamos el ejemplo), de Jiménez Losantos y de Pérez Dragó, el hombre para el que Falange es demasiado "progre".

La negociación "política" con ETA ha sido el hombre de paja más activo del PP en la campaña, y lamentablemente el PSOE, su presidente José Luis Rodríguez Zapatero y sus dirigentes no han respondido adecuadamente a este ataque. No sabemos por qué, hasta el segundo debate Zapatero dijo que ETA había roto la tregua precisamente por no obtener concesiones de carácter político, y si no se dijo antes bien podría ser parte de la estrategia del gobierno en su manejo de la política terrorista, que es su atribución, responsabilidad, obligación y privilegio. No hay gobierno sin secretos, y la lucha contra una organización como ETA demanda enorme discreción a riesgo de multiplicar las víctimas.

Pero la pregunta importante es, si el PP ha repetido hasta la saciedad que se ha negociado "políticamente" con ETA, es, primero, definir "políticamente". Este adjetivo se refiere a concesiones de orden político que atiendan a las reivindicaciones políticas del grupo terrorista, y que no son sino la independencia del País Vasco, considerado como una entidad que incluye al País Vasco francés y a la comunidad Navarra, y en segundo lugar la amnistía para los presos etarras. Si tal es una negociación "política", la pregunta inevitable es cómo conoce el PP los contenidos de las conversaciones del gobierno español con los representantes terroristas. Aquí, la más mínima malicia política nos diría que, si el PP y su líder Mariano Rajoy dispusieran de información real, la habrían hecho pública para servir a sus fines políticos. Decir que el señor o señora Fulánez, negociador con los terroristas, ofreció la independencia a ETA en la ronda de negociaciones del tal día, celebrada en tal lugar, sería un golpe realmente duro que demostraría que el PSOE ha hecho lo que ha negado hacer.

Pero el PP no lo ha hecho, y para un observador eso representa un indicio sumamente confiable de que no dispone de información al respecto, que se ha marcado un farol monumental que, por motivos no muy difíciles de imaginar, ha dejado pasar el gobierno pensando probablemente en que revelar datos que comprueben que no hubo negociaciones políticas significaría poner en riesgo vidas, prestigios, carreras y espacio de maniobra que a todos conviene que tenga quien encabeza el estado. O pensando, que es legítimo, que el gobierno no tiene obligación de demostrar que su adversario miente, sino que correspondería al adversario probar sus graves (gravísimas) afirmaciones.

Por desgracia, los medios de comunicación han omitido también la responsabilidad de preguntarle al señor Rajoy cómo sabe que las atrocidades que afirma son verdaderas, si puede probar que así es y así ha sido, preguntarle a Aznar qué pruebas puede ofrecer de que en los próximos cuatro años se negociará políticamente con ETA y, finalmente, preguntarle a ambos por qué, si Zapatero ha negociado políticamente los fines de ETA y se ha plegado a la banda, no ha ocurrido nada de lo que debería darse en función de ese acuerdo (independencia, reconocimiento y amnistía) y en cambio se ha dado lo opuesto, la ruptura del "alto al fuego permanente" de tan corta duración y el inicio de una nueva campaña de terror.

Afirmaciones de tal calado requieren, en ciencia y en política, pruebas de igual nivel.

3/04/2008

El mismo guión

Si algo se puede decir de Mariano Rajoy es que es un hombre firme en sus errores. El guión que le prepararon sus asesores y su juicio personal para perder el primer debate con José Luis Rodríguez Zapatero, niña incluida, fue repetido a la letra en el segundo debate, con el previsible resultado de que perdió el debate con un margen aún superior al de una semana atrás. Atrabiliario, negativo, repetitivo hasta que el votante se pregunta si este personaje lo considerará tan bobo que no pilló lo de ETA las primeras cinco o seis veces, sin una sola propuesta concreta, derrapó ante un Zapatero preparado, que conocía mejor incluso las intervenciones de su oponente en el Congreso que el propio Rajoy, que no perdió los estribos ante la andanada de ofensas y despropósitos en que se empeñó el candidato de derecha.

Zapatero cambió de guión con propuestas, que muchas personas deseaban escuchar, pero manteniendo su tranquilidad y talante para desesperación de algunos que desaban a un candidato más combativo, que defendiera mejor la diferencia entre "negociaciones" y "contactos" con ETA que ha sido la confusión base de la campaña de la derecha, que explicara que son los jueces y no el ejecutivo quienes permitieron a los partidos abertzales vascos presentarse a las elecciones, o que quien rompió el Pacto Antiterrorista fue el Partido Popular.

Pero la estrategia de Zapatero parece haber funcionado a la luz de las pocas encuestas que se pudieron tener antes de las doce de la noche, en el apagón de encuestas que impone la ley electoral.

Lo más extraño de todo, lo que realmente sonaba a una especie de mundo de fantasía que desafiaba las pasiones de los más militantes rajoyistas, era la promesa de un gobierno incluyente, dialogante y abierto que ofreció el candidato de la derecha al menos una vez. El líder de la oposición que no aceptó ninguna negociación, que tuvo como única estrategia y táctica el "no a todo" y la evaluación negativa, catastrofista y promotora de la división, el odio y la confrontación, el político que consideró tan "bonita" la manifestación antigobierno convocada por él y en la que participó con gran orgullo la ultraderecha, el hombre del sabotaje para llevar agua a su molino, caiga quien caiga, ofrece diálogo y negociación, esperando, de alguna forma, que alguien le crea.

Escucharlo trae inevitablemente al recuerdo a Joseph Welch, que defendiendo a un joven abogado de las insidiosas acusaciones del senador Joseph McCarthy se dirigió a éste y le espetó: "Ya ha hecho suficiente. ¿No tiene sentido de la decencia, señor, en última instancia? ¿No le queda ningún sentido de la decencia?"

Pregunta que muchos desearían que les respondiera Mariano Rajoy.

3/02/2008

No hay mentira demasiado grande

La afirmación de que Zapatero negocia con ETA desde 2002, o que tiene una estrategia armada con los terroristas desde el 2000, es un homenaje tardío pero sentido a Joseph Goebbels, ese personaje que siempre se planteó que si se iba a mentir, había que hacerlo en grande, pues daba igual.

Entre tanto, convencidos por la retórica absolutamente desbocada de una derecha por un lado envalentonada al haberse apoderado del partido democristiano español y por otro lado desesperada porque la campaña de su candidato no acaba de levantar el vuelo, unos encapuchados, presuntamente militares apalearon el pasado 8 de febrero a tres soldados de origen latinoamericanl. ¿Serán ésos los que ya no caben? ¿Quiénes serán esos que hacen a Rajoy afirmar "no cabemos todos"? ¿A quién excluimos y las pensiones de quién nos cargamos en el proceso? La propaganda del odio no para mientes en esos pequeños detalles.


Goebbels dijo, afirmando disponer de pruebas, que los judíos sacrificaban niños en ceremonias atroces, y tenían una bien armada conjura con lo peor de la sociedad para sacrificar a Alemania y a los alemanes. Las pruebas nunca aparecieron, como no han aparecido las armas de destrucción masiva que Aznar aseguró que tenía Irak, pero el destrozo y el dolor ocasionados sí aparecieron y permanecen.

El PP está montado en la gran mentira. Dentro de poco, antes del fin de la campaña, no será extraño escuchar a algún dirigente del PP afirmar que Zapatero es el jefe político y militar de ETA desde los 16 años, que los socialistas se comen a los niños y que pretenden enviar nacionalistas a violar a todos los españoles, sin distinción de edad, sexo o condiciones de salud.

Esta avalancha de mentiras que dura ya años por parte del PP no puede ser detenida sino desde dentro de esa organización política, por un electorado y una militancia que están cada vez más incómodos con el tono intolerante y violento de sus jefes. Que sean derrotados en las urnas es plausible, cada día más, pero no resuelve el problema, que es si los votantes del PP están dispuestos a ser valedores de otros cuatro años tan lamentables como los que ofreció su partido en esta legislatura o toman la decisión de poner orden y devolver cierta moderación y filosofía política seria al grupo de hooligans atrabiliarios de la política en que se ha convertido su cúpula.

3/01/2008

Para que no haya dudas

"Toda nuestra estrategia está centrada en hacer titubear a los votantes socialistas. Sabemos que nunca votarán por nosotros. Pero si podemos sembrar suficientes dudas sobre la economía, la inmigración y los asuntos nacionalistas, quizá se queden en casa."

"Será difícil aumentar nuestros votos. El PP tiene una imagen muy dura de derecha en este momento. Incluso nuestros propios votantes piensan que son más centristas que el PP."

Gabriel Elorriaga, estratega del PP, hablando para el Financial Times

¿Más del padre de la niña?

Si para algunos resultó sospechoso el parecido familiar entre la niña del cierre de campaña de Felipe Calderón, presidente de México y gente del movimiento neofascista armado "Yunque", y la niña con la que Rajoy se despeñó en la prédica cursi al terminar de perder el primer debate previo a las elecciones del 9 de marzo, para otros resulta aún más sospechosa la táctica del miedo que han ejercido de modo asombrosamente parecido Calderón y su Partido Acción Nacional, y Rajoy y su Partido Popular.

Ante una campaña en la que su gris personalidad no le permitía obtener votos, y como parte de un esquema político ya vencido por el centroizquierdista Andrés Manuel López Obrador, jefe de gobierno de la Ciudad de México, Felipe Calderón asumió la estrategia de anunciar que, textualmente, "López Obrador es un peligro para México". La campaña fue masiva, intensa y brutal, apoyada por prácticamente la totalidad de los medios electrónicos e impresos de México, todos aliados del poder, y no fue necesario argumentarla. Nunca se dijo ni por asomo cuáles eran las previsiones que permitían suponer que la nación estaría en peligro de ganar laws elecciones López Obrador. Muchos, por entonces, atribuyeron la "campaña del miedo" al asesor estrella de Calderón y el PAN, Antonio Solá, quien también llevó a José María Aznar a hacer campaña por Calderón en México, violando todas las leyes de esa nación.

Y lo curioso, claro, es que el asesor estrella de Mariano Rajoy es hoy el mismo Antonio Solá, el mismo al que algunos le atribuyen haber metido a Aznar en esta campaña después de que Rajoy afirmara contundente, en el debate cataclísmico, que "Aznar no está en esta campaña". Y tanto el discurso de Rajoy como el de Aznar se montan en el miedo, en las palabras "peligro" y "riesgo" para España, en la posibilidad de que el actual presidente "se cargue" a España (no dicen cómo) y de que no pueda administrar la situación económica actual tan bien como lo haría Rajoy (sin explicar qué haría uno u otro, por supuesto), hasta llegar a la mentira rigurosamente vigilada de Aznar, que ha inventado una nueva negociación del gobierno español con ETA, a coro con el presidente de la AVT, el señor Alcaraz, en una de esas coincidencias increíbles. ¿Qué datos tiene Aznar de que esta negociación está ocurriendo? Ninguno, pero no parece importar.

Si el cálculo del señor Rajoy, de sus asesores, de Aznar o de quien quiera que lleve las riendas en esta campaña, es que se repita lo que ocurrió en México, olvidan un elemento clave: para hacer presidente a Felipe Calderón fue necesario un colosal fraude electoral demostrado más allá de toda duda razonable, en el que se implicó a una gran cantidad de cómplices habituados a la impunidad en esa nación. Y un fraude así parece, de momento, inimaginable en España.

O bien podría ser que estemos equivocados y que todo, todo, sea una coincidencia asombrosa, que cosas más raras se han visto, dicen.

2/27/2008

Entre líneas

Yo quiero que la niña que nace en España tenga padres que trabajen, pero que no sean gays o lesbianas, y que no estudie nada sobre ciudadanía y derechos, porque pueda decir, desde sus primeras palabras "de derechos no me hable". Quiero que esa niña estudie religión y no aspire a ninguna igualdad con los hombres. Quiero que esa niña no aborte nunca, así la violen multitudinariamente, respetando la voluntad de mi Dios, que es el más guapo y rubio de todos. Quiero también que esa niña estudie idiomas, matemáticas, ingeniería de suelos, geología, neurocirugía a una mano y corte y confección, pero que sea faro de la tolerancia para soportar cobrar un 30% menos que hombres menos preparados que ella. Quiero que esa niña sepa apoyar las guerras de agresión, que sepa odiar, con amor cristiano, a los nacionalistas y, por encima de todo, quiero que esa niña tenga las costumbres españolas, que son las mías, no las de los demás españoles, que no son tan españoles como a mí me gusta.

El contrato de Mariano

De todas las, llamémosles "propuestas", que ha lanzado Mariano Rajoy, incluida esa vieja promesa del neoliberalismo de "bajar los impuestos y subir el gasto", que nunca se ha materializado en los países donde han conseguido embaucar a los votantes, la más ofensiva, cavernaria y ultraderechista es, sin duda, el "contrato de inmigrante".

Verá usted: cuando una persona entra en un país, propio o extraño, es claro que debe ajustarse a las leyes de ese país, aunque le repugnen o no le parezcan correctas. Si la persona entra como inmigrante con o sin papeles, de turista, con contrato o no, la obligación sigue siendo la misma; igualmente, le guste o no tendrá que aprender a manejarse en el idioma de la gente que le rodea, sea o no oficial en el país, porque si no no podrá ni comprar, ni vender, ni saludar.

Dado que eso es un hecho, ¿para qué serviría un contrato como el propuesto por los, llamémosles "estrategas" del PP?

En términos legales no sirve para nada. Es una tautología bobalicona, una reiteración de lo que ya está establecido en el cuerpo jurídico que rige a España. No mejora las posibilidades de integración del inmigrante, no mejora el cumplimiento de las leyes (me recuerda mucho ese formulario de entrada a los Estados Unidos donde preguntan si uno viaja con objeto de matar al presidente de turno, que tiene una carga surrealista potente), no mejora la situación laboral de los inmigrantes ni obliga a los empresarios voraces (muchos de ellos fieles votantes del PP) a contratar a sus semiesclavos inmigrantes sin papeles.

Dado que de nada sirve en lo legal y en lo práctico de la relación entre España y los inmigrantes que en ella están, como una no-solución a un no-problema, queda claro que sirve para otra cosa, para una propaganda de segundas intenciones con esa mala fe que sólo se respira en las inmediaciones de Acebes, Zaplana e Ynestrillas.

Al "exigir" que los inmigrantes cumplan las leyes, Mariano y los suyos están sugiriendo insidiosamente que a) los inmigrantes no las cumplen, b) el PSOE es el culpable de que no las cumplan, c) el PP tiene la fórmula para que las cumplan. Que la enorme mayoría (uno está tentado a escribir "el 99%") de los inmigrantes cumplan las leyes queda así oculto tras la cortina de humo xenófobo. Al "exigir" que los inmigrantes se ajusten a las "costumbres españolas" la intención es la misma: se está afirmando que no se adaptan a su entorno y se culpabiliza a los socialistas, pero además se exalta ese modelo de españolidad que la derecha ha tratado de escriturarse en exclusiva, para un patrioterismo unilineal y antiplural, una españolidad de división y resta antes que de suma e inclusión, con patria para unos pocos y los demás a callar.

Esta propaganda, pues, está orientada a asegurarse el voto de los entusiastas manifestantes de los mítines organizados abiertamente o bajo cuerda por el PP durante toda la legislatura, esa ultraderecha minoritaria pero estridente y armada que presume de su participación en esas marchas que Mariano Rajoy considera "tan bonitas". Y está orientada también a calentar el perol de la xenofobia entre la ciudadanía, de hacer que sus vecinos de ojos rasgados, piel oscura o religiones diversas sean vistos con desconfianza y temor, pues el gran líder nombrado a dedo por Aznar nos dice que son delincuentes, exóticos y peligrosos... al menos mientras no firmen un contrato tranquilizador.

Otro paso a la derecha de un partido cada vez más despeñado en la indecencia democrática, el odio y el juego sucio.

2/25/2008

Mentiras memorables

José María Aznar:

"Todos sabemos, señorías que Saddam Hussein tiene armas de destrucción masiva." Ante el Congreso de los Diputados.

"El régimen iraquí tiene armas de destrucción masiva." "De eso ¿está ud. seguro?", pregunta Sáenz de Buruaga y Aznar contesta: "Puede estar ud. seguro y pueden estar seguros todas las personas que nos ven que les estoy diciendo la verdad." Entrevista en Antena 3.

"Se equivoca su señoría, las armas de destrucción masiva existen y las verá su señoría." De nuevo en el Congreso de los Diputados.

"Todos los Gobiernos tienen información de carácter reservado. El Gobierno español tiene información, evidentemente, que el régimen iraquí, en función del armamento que tiene, del armamento biológico, el armamento químico y sus vinculaciones con los grupos terroristas, supone efectivamente una amenaza para la paz y la seguridad del mundo y supone también una amenaza para la paz y seguridad de España." A la prensa, el 23 de febrero de 2003.

Mariano Rajoy:

"Hay algunos datos que, en mi fuero interno, me hacen pensar que se trata de ETA. Y es que, además de que me lo dicen, yo tengo la convicción moral de que es así". Entrevista en El Mundo, 13 de marzo de 2004.

"Nadie en el PP ha dicho que ETA estuviera detrás del 11-M." Entrevista en 20 minutos, 19 de febrero de 2007.

2/05/2008

Estatismo de ocasión

La desaceleración económica que sufre España es, en parte, reflejo de la desaceleración europea, a su vez resultado en buena medida de los problemas económicos estadounidenses, de la fortaleza del euro y de el desequilibrio comercial resultante de esta disparidad que tiene el euro a precios de casi 1,35 dólares. El aporte local en el caso español proviene, también, de la voracidad de los empresarios de la construcción, de los aumentos de precios decididos por los comerciantes, en especial de las grandes superficies y los intermediarios de primer y segundo nivel. Eso lo sabe cualquiera que no esté en el Titanic en el que se ha convertido el Partido "Popular".

El Partido Popular, habitualmente tan defensor del "libre" mercado, de la economía liberal sin restricciones, del "libre" juego de la demanda y la oferta, etc., se ha convertido de pronto al estatismo al estilo de los planes quinquenales de la Unión Soviética, y ni el mercado, ni los tipos de cambio, ni el mercado internacional, ni los precios del petróleo (multiplicados desde que el gobierno de Aznar prometió que la guerra de Irak provocaría la baja en los precios), ni nada por el estilo son elementos determinantes en la economía. Todo es únicamente culpa del gobierno, específicamente el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la piedra en el zapato de una derecha que aún no adquiere carta de respetabilidad como demócrata.

Al estalinismo de emergencia que sacó el Partido Popular del arcón de los trastos viejos se ha unido además una iglesia que permanece reacia a abandonar el siglo XVI y que asume con gozo su papel de "sector sobrenatural del PP" en la lucha por salvar la frágil embarcación de Rajoy, reducido cada vez más al papel de prestanombres de José María Aznar y portavoz de Ángel Acebes.

¿Serán estos elementos, junto con las patéticas demostraciones por Internet de la incapacidad de Mariano Rajoy de ser creíble ni con guión suficientes para derrotar a un gobierno que, por otro lado, goza de excelentes notas y apreciación por parte del electorado? No lo sabremos hasta marzo. Pero al menos ahora queda bastante claro cuán bajo algunos están dispuestos a caer para recuperar el poder, lección que sin duda es provechosa para los ciudadanos.